Desde que tengo memoria siempre viví en una familia muy unida, en la que el respeto y el amor abundaban. Mi padre Walter Fernando, siempre fue un ejemplo para mi y me asombraba todas las cosas que sabía. Mi madre Iveth, a pesar de que murió cuando yo era pequeño, influyó mucho en la personalidad que tengo hoy en día. Al morir mi madre, mi papá buscó formas para hacernos felices a mi y a mi hermano Sergio, distraernos de pensamientos negativos. Es ahí cuando llegaron las clases básicas de guitarra, que me dió mi padre y a partir de pasillos, guabinas y hasta boleros aprendí mis primeros acordes y melodías. También tengo recuerdos cuando mi abuelo José tenía el estudio de grabación de audio, iba a visitarlo todos los días porque me parecía fantástico su lugar de trabajo, me sentía en una nave espacial. Cuando lo visitaba me emocionaba mucho, ya que iban muchos grupos musicales de todo tipo de géneros, sobre todo duetos y tríos de música colombiana, yo me quedaba por mucho tiempo tarareando lo que grababa mi padre y mi abuelo.